11 agosto 2006

Matador

Dirección: Richard Shepard
Guión
: Richard Shepard
Género: Comedia negra
Duración
: 97 minutos
Intérpretes: Pierce Brosnan (Julian Noble), Greg Kinnear (Danny Wright), Hope Davis (Bean Wright), Philip Baker Hall (Sr. Randy)

Julian Noble es un veterano asesino a sueldo (o, como él dice, un "facilitador") que conoce en México a Danny, un desafortunado empresario que también se encuentra en la ciudad por negocios (aunque bien distintos), quien se convertirá en su único amigo durante el tiempo que permanecen juntos en el hotel, hasta que tengan que despedirse de mala manera por culpa de la actitud de Julian...
Tras unos meses desde que se vieran por última vez, en los que últimamente Julian no ha podido cumplir con las misiones que le han sido encomendadas debido a unas extrañas y recurrentes visiones que le asaltan durante los asesinatos, y después de que sus superiores no duden en mandar liquidarlo, sin nadie a quien recurrir Julian viaja hasta Denver para pedir ayuda a Danny, única persona en la que puede confiar, y quien le debe un favor debido a una deuda que contrajeran en México...



Con un reparto de auténtico lujo, que eleva la calidad del film gracias a las estupenda interpretación del dúo protagonista, compuesto por Pierce Brosnan y Greg Kinnear (sin olvidar el corto
pero gran papel que hace Hope Davis, muy adecuado con el tono humorístico del film), Matador se convierte en una divertida comedia negra que, si bien no se convertirá en uno de los grandes exponentes del género, sí que será recordada con cierto cariño por el espectador gracias a algunas secuencias inolvidables.

En estas situaciones cómicas es donde encontramos el mayor punto a favor de la película, ya que gracias al divertido patetismo del que hace gala el personaje interpretado por Brosnan, Julian, hace que más de una vez durante la película se dibuje en nuestras caras una sonrisa cómplice, en unas situaciones que nos acercan al personaje como un simple humano más allá de su rol como frío asesino. Y es que, aunque se dedique a "facilitar" muertes, no deja de ser un hombre como otro cualquiera, con sus problemas y sus dudas, pero no se dará cuenta hasta que conozca a Danny.


Una de las cosas que más me ha extrañado de la película es su extraño desarrollo, ya que parece que se fuera a decantar por unos derroteros más comerciales, en los que Danny se hubiera hecho cargo de suceder en la profesión de matador a Julian, y éste intercambiara su estilo de vida con aquél, pero al final se queda en una trama sin explotar (para nuestro bien y el de la siempre olvidada en estos casos originalidad) del que pudiera derivar un curioso What if?

Gran parte del atractivo de la película se debe a la química en pantalla entre Kinnear y Brosnan, que desprenden un halo de complementariedad que hace que ambos se completen cada vez que se juntan en escena cada uno en el papel de sus respectivos personajes, como se nos demuestra en la escena guardadada con celo hasta el final.
Quizá sin sus dos más que interesantes interpretaciones la corta duración del film podría haberse convertido en un infierno. Pero, lejos de ser así, ha salido una competente y divertida comedia negra con la que pasar un buen rato.


Valoración: *****

Lo mejor: Que haya salido una entretenida y amena película de donde otros podrían haber perpetrado un auténtico bodrio infumable. Quizá sea capricho de la fortuna, pero parece más justo achacarle el éxito al estupendo reparto de la película, y a la fluidez con la que se desarrolla durante su moderada duración (aunque decaiga en algunos momentos puntuales que se vuelven insufribles).

Lo peor: La corta intervención de Hope Davis, cuyo personaje podría haber dado mucho más de sí, aún a riesgo de asemejarse su rol al de tantas películas con temática similar. Que se nos engaña durante toda la cinta hasta su inesperado final.

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