A partir de una premisa ideada por el director cuyo nombre acompaña al título, Garth Ennis desarrolla una historia típica (unos "elegidos" reunidos para combatir el mal, esta vez en forma de Hijo del Infierno, para evitar un apocalipsis (coño si hasta hemos visto lo mismico en el tomo que apareció de su limitada con Clayton Crain para el Motorista Fantasma...), que impresiona en un primer momento sobre todo por su dibujo, a cargo del indio Jeevan Kang, que aunque exento a partir de la mitad de la miniserie con el factor sorpresa de su interesante trazo, sigue desarrollando un trabajo más que correcto y, sobre todo, espectacular, aunque bastante menos impactante una vez pasada la sorpresa inicial.
Ennis, pues, como siempre en este tipo de "encargos", cumple sus máximas a rajatabla: originalidad cero, algunos personajes marginales, tacos y mucha sangre. Lo peor, sin embargo, es esa especie de moralina del final del tomo, como "colofón" a un cómic malo, que sólo se salva por los dos primeros números de Jeevan Kang, y las portadas con el particular estilo de Yoshitaka Amano. Lo que al precio al que sale... Ni de coña es una compra que merezca la pena en relación calidad-precio, como suele pasar con este tipo de tomos en Panini.
(Cada vez que leo algo de Ennis, lo encuentro más sobrevalorado. A ver si dejo este tipo de minis y leo su aclamada etapa a cargo del Castigador. Seguro que al menos si conoce el nombre del personaje en español le da para un par de chistes onanistas de esos que tanto le gustan, aunque sea xD)
Valoración: *****
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