28 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Joven y alocada (2012)


Dirección: Marialy Rivas
Guión: Marialy Rivas, Pedro Peirano, María José Viera-Gallo, Sebastián Sepúlveda y Camila Gutiérrez
Género: Drama
Duración: 92 minutos
Intérpretes: Alicia Rodríguez, Aline Kuppenheim, María Gracia Omegna, Felipe Pinto, Ingrid Isensee, Alejandro Goic

Arrolladora visión de la liberación sexual de una joven perteneciente a una familia ultraevangelista parte de una famosa secta chilena, que retrata sin tapujos la experimentación que lleva a cabo Daniela, la protagonista, como forma de escapar de unas cadenas que la aprisionan desde que nació, como camino para abolir la esclavitud a la que es sometida, pero también como parte de su autodescubrimiento sexual y personal.

Arriesgada propuesta dirigida con igual picardía y maestría en el montaje, narrándonos la historia de Daniela a través de su blog (que da título al film), con sus reflexiones a modo de entradas y comentarios en este diario íntimo abierto a todos jugando con el formato de red social en pantalla de una manera muy divertida (trolls incluidos), con una puesta en escena desinhibida y sin reparos tanto a la hora de criticar este tipo lavados cerebrales tan relacionados con la religión (aunque con una concesión a la cordura sectaria en la figura de la tía), así como a la inclusión de escenas de sexo explícito que no resultan forzadas gracias al desparpajo de Daniela en cuanto a sus experiencias con el sexo, que resulta creíble en todo momento gracias al buen hacer de Alicia Rodríguez, angelical y lasciva a la vez.

Gran alegato a favor de la experimentación y liberación sexual, crítica con los tabúes que aún nos graban a fuego desde pequeños en esta sociedad tan falsa en la que el simple sexo se cuestiona o se pone en relación con conceptos que sólo provocan represión y censura de la propia identidad. Como Daniela aprende bien, el sexo es un juego con el que todos nos divertimos si aceptamos las mismas reglas, pero que confundido con el amor puedo traernos muchos disgustos.

Largo a concurso. Valoración: *****

26 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Infancia clandestina (2011)


Dirección: Benjamín Ávila
Guión: Benjamín Ávila y Marcelo Müller
Género: Drama
Duración: 110 minutos
Intérpretes: Natalia Oreiro, Ernesto Alterio, César Troncoso, Cristina Banegas, Teo Gutiérrez Moreno, Violeta Palukas

Con parte de tinte autobiográfico, el novel Benjamín Ávila dirige un sólido drama gracias al juego al que da lugar un guión que se mueve con ritmo entre el claroscuro según se decante por la recreación de la infancia de Juan, llena del brillo que refleja la cara inocente de un niño que empieza a descubrir el amor, o de la sombra grisácea que se cierne sobre una familia de guerrilleros cuya lucha no puede acabar bien.

Infancia clandestina retrata las vivencias, los anhelos y los descubrimientos de una infancia que aspira a ser normal (con su primeras experimentaciones, sus primeras sensaciones y sus primeras decepciones), pero que no puede llegar a serlo nunca por completo por el modo de vida clandestino que le ha tocado en suerte a Juan, debido a los ideales y las acciones de sus padres durante la dictadura de Videla. Y el film lo hace tomándose su tiempo para adentrarnos en la vida del protagonista, intercalando las escenas cándidas acordes con los sentimientos que afloran en Juan, con otras que mezclan el peligro intangible que flota en el aire en las reuniones entre camaradas, para "suavizar" las escenas más duras (quizá como autocensura en los momentos más crueles, quizá por falta de presupuesto) como la escena de inicio y la de la granada. También hay momentos para relajarse, casi siempre protagonizados por Tío Beto (genial Ernesto Alterio en un papel simpático y muy divertido), como la genial pelea entre éste y Daniel por la suegra o la explicación de cómo se come un maní con chocolate. Y, como cierre, un final que le sienta a la perfección al film, sin respuestas, como tantas y tantas familias siguen viviendo muchos años después de desaparecidas las dictaduras que se llevaron a sus seres queridos.

Largo a concurso. Valoración: *****

24 noviembre 2012

El Festival de Huelva en La 2

El reportaje que le dedicaron en Días de Cine al 38º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Se me hace algo escaso (ni siquiera comentan la mitad de los largos a concurso), confiaba más en la difusión que este programa le podría dar al festival, pero bueno, estamos acostumbrados. Menos es nada, no viene mal un poco de publicidad sabiendo el peligro que corren futuras ediciones.

23 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: O Palhaço (2011)

Dirección: Selton Mello
Guión: Selton Mello y Marcelo Vindicato
Género: Comedia
Duración: 90 minutos
Intérpretes: Selton Mello, Paulo José, Tonico Pereira, Jackson Antunes, Teuda Bara, Jorge Loredo, Moacyr Franco

A pesar de las risas que Fastidio despierta cuando se encuentra en el centro de la pista como protagonista absoluto del circo, en los ojos de Benjamín se deja notar la tristeza y el desencanto que se esconden tras la sonrisa de pintura que le disfraza de payaso. La historia de Benjamín es la historia de cualquier otra persona, que no es feliz haciendo lo que hace, y que anhela algo casi inalcanzable, una meta, un objetivo, en el que deposita toda su esperanza como ruta de escape, en este caso un simple ventilador. Pero como casi siempre que subordinamos nuestra propia felicidad a algo externo, cuando nos hacemos con ello, o volvemos a tropezar con la misma piedra y repetimos el proceso de manera cíclica, o nos damos cuenta de lo estúpido de nuestra suposición, y por fin uno se percata de que la propia dicha, la satisfacción vital, la felicidad, recae sólo en nosotros mismos. Sólo una vez que se reconoce a esta última como algo intrínseco, sita en nuestro interior esperando que la despertemos y la alimentemos con la paz con lo que hacemos mejor que nadie, con disfrutar junto a las pequeñas personas que siempre nos han acompañado y que amamos, con la aceptación de la propia identidad, podremos conseguirla completamente. "¿Y quién me hará reír a mí?", se pregunta Benja, mucho antes de darse cuenta de que él mismo puede conseguirlo, tan sólo cogiendo el maquillaje y dibujándose, que es lo mejor que sabe hacer, una sonrisa en la cara.

Maravillosa y cautivadora,
y como la vida misma (retratada en el viaje de esta compañía circense, siempre en movimiento), un poco absurda, O Palhaço es una oda a la alegría, una sinfonía de sonrisas que no solo consigue transmitir la de sus protagonistas, sino también contagiarlas a toda la sala durante todo su metraje con sus encantadores personajes, con su extraña y extravagante familia, y con su mirada adelante pase lo que pase. Al fin y al cabo, el espectáculo debe continuar, así que será mejor disfrutarlo.

Largo a concurso. Valoración: ****

22 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Mai morire (2012)

Dirección: Enrique Rivero
Guión: Enrique Rivero y Aleka Rivero
Género: Drama
Duración: 89 minutos
Intérpretes: Margarita Saldaña, Amalia Salas, Juan Chirinos

A pesar de su apuesta por la conexión emocional con lo que vemos en pantalla, como bien comentaba el director Enrique Rivero antes del segundo pase de su película, Mai morire se queda tan sólo en un evocador pasaje lleno de belleza estética gracias a la naturaleza que retrata, pero completamente falto de alma y emoción. El director se olvida por completo de contar una historia o de desarrollar los miedos de su protagonista, y tan sólo juega con la implicación y reflexión del espectador en su mensaje jugando con los silencios, las tomas largas e introspectivas y las secuencias oníricas, que si bien dan pie a la presunción del final por parte del espectador con la ayuda de su abrupto final, convierten a la película en un aburrido álbum de fotos en el que a cada minuto se nos hace más y más pesada la titánica tarea de interesarnos por la siguiente página.

Insipidez adornada con una preciosa fotografía gracias a esos desconocidos canales de Xochimilco, con algunos encuadres poéticos pero que quedan desangelados entre el tedio y la desesperanza al ver que no conducen a ninguna parte. Para su rescate tan sólo si se llega a entrar en un juego que con su comprensión puede dar con alguna sorpresa oscura guardada en su final (o así me ha parecido vislumbrarlo debido a algunas tomas que esconden un mensaje oculto sobre el film, como el de los cuerpos en el agua y la casa de muñecas), pero que aún así no compensan un viaje que, como el que realizamos cada día de ida y vuelta al trabajo, se queda en mero desplazamiento sin más objetivo, mientras contemplamos nuestro alrededor. Una pena. 


Largo a concurso. Valoración: ***** 

21 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Fecha de caducidad (2011)

Dirección: Kenya Márquez
Guión: Kenya Márquez y Alfonso Suárez
Género: Comedia dramática
Duración: 100 minutos
Intérpretes: Ana Ofelia Murguía, Damián Alcázar, Marisol Centeno, Laura de Ita, Martha Aura, Eduardo España, Jorge Zárate, Carolina López, Hugo Márquez

Después de las películas de Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga, uno espera que las historias de personas que entrecruzan sus vidas le ofrezcan una conexión especial con los protagonistas y sus vivencias ya que, una vez agotada la originalidad de la propuesta, lo mínimo esperable es que nos sorprendan con la trama, nos interesen por lo que a sus personajes les ocurre y nos consigan implicar en lo que les sucede (y si mientras se nos ofrece todo ello se transmite un mensaje de denuncia social, mejor, aunque no es estrictamente obligatorio); nada de esto es algo que ocurra en algún momento en el transcurso de la película, que si bien ofrece un aceptable resultado en la dirección (aunque quizá con un mal medido desarrollo de las historias, que nos dirige a un previsible final), no podemos decir lo mismo en cuanto a su tratamiento de la historia. Con un guión demasiado apático, unos personajes gélidos con los que no logramos empatizar ni preocuparnos por su situación (a pesar de que se traten temas como el maltrato, la inmigración ilegal o la pérdida de un hijo), un ritmo lento y un McGuffin cuya inexistente resolución es lo único que hacía que uno se pudiera interesar por la película, a excepción, quizá, de la siguiente extravagancia de un borderline como Genaro, quizá lo mejor del film por su perfilación entre lo cómico y lo patético que no en ocasiones no sabes si te produce risa, pena o grima. Fecha de caducidad se muestra como un fallido intento fílmico en el que, a pesar del potencial de su premisa y sus personajes, no se consigue hacer méritos ni como drama, ni como comedia negra, debido a su falta de profundidad y quién sabe si quizá también de ambición.

Tres historias que se solapan, que nos descubren un poco más cada una de ellas pero que en ningún momento consiguen despertar el interés de un espectador que desde el primer paseo por la morgue (durante cuya primera visita se nos prometían bastante felices  gracias a las situaciones y los diálogos que en ella tienen lugar) al inicio del film no se volvió a interesar por éstas, esperando una resolución diferente a la que se consigue adivinar desde los primeros compases, para no salir de la sala con la sensación de tedio que jamás debería provocar ningún relato en el que se nos cuente el viaje de regreso a casa de la cabeza desaparecida de un muerto.

Largo a concurso. Valoración: *****

12 noviembre 2012

X-O Manowar: By the Sword


X-O Manowar 1-4 USA

Guión: Robert Venditti
Dibujo: Cary Nord
Valiant; 112 páginas, 9,99$


No conocía a Valiant más que de oír mencionar alguna que otra vez su nombre y algunas de sus series y equipos creativos. No conocía el trabajo de Robert Venditti. Tampoco el de Cary Nord. No conocía la anterior encarnación de la serie X-O Manowar de Jim Shooter. Por suerte, aún así he podido disfrutar de esta serie llevándome una muy agradable sorpresa, y me hace tener en el punto de mira todo lo que vaya publicando esta editorial, que es fácil de seguir dado los pocos títulos con los que cuenta, y que además está contando con unos profesionales muy a tener en cuenta.

Pero a lo que íbamos. Que total, me encuentro con una serie de la que además desconocía por completo su argumento, más que imaginar que su género sería el de la ciencia ficción por sus portadas, por lo que tras haber visto éstas no puedo si no extrañarme con la presentación del cómic y las primeras páginas: estamos en el año 402 D.C., y asistimos a los primeros momentos de una cruenta batalla entre visigodos y el ejército romano. Nuestro protagonista es Aric de Dacia, heredero al trono de los primeros, bajo cuya mirada veremos desarrollar los primeros planes de ataque, para más tarde ser testigos de la apabullante derrota de los suyos, y la muerte de alguien muy cercano. Tras la obligada retirada debido a la noticia de que sus campamentos han sido asaltados y muchos de los suyos raptados (entre ellos la mujer del propio Aric), se encuentran con lo que creen son legionarios romanos, al que Aric junto a un pequeño batallón atacan, sólo para descubrir su tremenda superioridad armamentística. Tras derrotarlos sin mayor complicación, estos atacantes se revelan con una extraña raza alienígena conocidos como The Vine (La Vid), que los reclaman como esclavos arrástrandolos con ellos quién sabe a qué lejana galaxia... Y aquí se acaba lo que voy a desvelar de la trama, porque creo que merece la pena descubrir lo que va ocurriendo en sucesivos números por uno mismo, ver cómo se desenvuelven los personajes en semejante tesitura y qué nos deparará este larguísimo viaje por las estrellas.

Tenemos así una serie que empieza fuerte, mezclando géneros con agilidad y poniendo desde el principio al protagonista en una situación en la que es difícil imaginar lo que nos depara la historiay qué derroteros tomará el guionista, para mostrarnos en los siguientes números la pasta de la que está hecho este heredero, y cómo la posición en la que se encuentran él y sus compañeros es difícil de revertir. Veremos entonces qué es lo que puede darles la llave del éxito de su rebelión y de su vuelta a casa. 

Aunque estos primeros números sólo son el necesario power up para poner sobre la mesa la premisa de la serie, se empiezan a plantar las semillas de varias líneas argumentales que pueden dar mucho juego una vez descubramos los poderes de la armadura de Shanhara. Venditti resulta así prometedor, ofreciendo no sólo un buen inicio de colección, sino que además plantea algunas situaciones, como pueden ser las relacionadas con los miembros de La Vid abandonados en La Tierra o la posibilidad de recuperar a su mujer, que quién sabe lo que pueden deparar en el futuro.

En el apartado gráfico, el dibujo de Cary Nord es muy bueno, sabiendo aclimatarse a la perfección a los diferentes escenarios y sus características propias que propone Venditti, con unos diseños cuidados y una planificación de página muy cinematográfica, que (como casi siempre que se apuesta por ella) potencia la espectacularidad puntual en detrimento de la narración y del dinamismo, así como cierto estatismo tanto en los diálogos como en las escenas de acción que sólo logra suavizar en estas últimas. También deja entrever en ocasiones cierto descuido en algunos acabados, pero por lo general cumple con las exigencias del guión, aunque creo que aún podría pulir un poco más su trabajo y disfrutar todavía más con sus dibujos.

En definitiva, este primer tomo de X-O Manowar es un cómic por el que he apostado a ciegas, y cuyo resultado no podría ser más satisfactorio. Ahora, me mantengo a la espera de ver cómo se desarrolla la historia de este "náufrago", qué problemas traerán consigo los planes de La Vid, y qué repercusiones tendrá para Aric el descubrir la paradoja de su viaje.

07 noviembre 2012

Argo (2012)

Director: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio, basado en un capítulo de "Maestro del Disfraz" y en el artículo de Joshua Bearman para "Wired"
Género: Thriller
Duración: 120 minutos
Intérpretes: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver

Mucho juego dió para algunos chistes malintencionados el hecho de que Matt Damon y Ben Affleck se llevaran el Óscar al mejor guión con El indomable Will Hunting,el mejor de ellos sin duda, ya que recogía lo que muchos pensábamos de la aportación de ambos en el libreto, es el que aparecía en Padre de Familia. Visto el nivel de su aún pequeña filmografía como director, queda más que demostrado que el mayor de los Affleck sí que tuvo mucho que decir en aquel famoso guión que le mereciera el premio de la Academia, y que su futuro es muy, muy prometedor.

Tras el éxito de crítica de su primer film tras las cámaras, Adiós pequeña, adiós (mi tarea pendiente), una adaptación de la novela de Dennis Lehane con un reparto de auténtico lujo, llegaría The Town, un thriller de acción en el que se atrevería con la crítica social hacia su propia ciudad, las pocas oportunidades que depara ésta y las relaciones de fidelidad entre sus delincuentes, pero sobre todo dirigirá con un pulso magnífico deudor de la magistral Heat una cinta infravalorada reivindicable de principio a fin, con algunas escenas de acción que son de lo mejor del film pero sin por ello descuidar la trama ni la interacción de sus personajes. 

 Con tan buena carta de presentación, muchos fueron los ojos que desde el principio se mostraron interesados por su siguiente proyecto, esta Argo, en la que para rescatar a unos espías norteamericanos en suelo iraní el gobierno de Estados Unidos habrá de llevar a cabo una planificada farsa para hacerlos pasar por miembros canadienses del staff de una película de ciencia ficción. Sin embargo, para mí ha supuesto una pequeña decepción. 

Como habré dejado notar, The Town me pareció una de las mejores películas de 2010, por lo que mis expectativas con ésta estaban por todo lo alto. Pero, por desgracia, hay algo que le falta a esta cinta para redondearla, para hacerla de notable en todos los sentidos, una chispa que quizá hubiera tenido con otro actor en el papel principal, o quizá humanizando un poco más a los rescatados. Quizá.

Con ello no quiero restar méritos a la película; Affleck dirige con acierto y buen ritmo, transmite a la perfección lo desasosegante y potencialmente explosivo de la incursión en la embajada estadounidense, y la urgencia se siente en las reuniones con el objetivo de planear la tapadera con la que rescatar a los espías que han logrado escapar a la embajada canadiense.
Alterna con acierto el tono más relajado (e incluso humorístico) en las escenas que comparten unos grandes Alan Arkin y John Goodman, el suspense y el trabajo al límite para llevar a buen puerto la tapadera en la Agencia (con otro grandísimo, Bryan Cranston), con una tensión bien llevada desde que Méndez llega a Irán cuyo momento culminante es la claustrofóbica escena en el bazar. Unas elecciones de cásting muy acertadas y un reparto muy competentes (con los más veteranos comiéndose los planos en los que aparecen), cuyo único fallo es para mí ver al propio director como protagonista, y un momento mágico para los fans del cómic.
 
¿Qué es lo que me falta entonces en Argo? El problemas es más bien lo que me sobra de la película; dada la importancia de mantener la angustia hasta el final, se toman unas cuantas licencias tópicas que lejos de añadir dramatismo al cierre acaba por restarle credibilidad y volverlo risible. Está bien que haya un momento en el que los personajes lleguen a escapar por los pelos, pero cuando se repite hasta en tres ocasiones (durante la comprobación de las reservas de avión, la llamada descolgada, y la persecución al avión), uno no puede sino esbozar una sonrisilla socarrona de incredulidad. 

También me sobran minutos en el metraje, sobre todo por lo pesado que se vuelven los últimos minutos tras el regreso, así como la inclusión del final feliz con medalla, reconciliación marital y momento íntimo con el hijo, y el mensaje de que la CIA está llena de héroes anónimos totalmente altruistas, pero es un mal menor que se contrarresta con otros momentos en el que se critica, aunque sea de manera blanda, su labor para con los países de Oriente Medio y sus sátrapas (nunca mejor dicho) gobernantes.

En definitiva, pequeños fallos que no la acaban de hacer del todo redonda, pero sí otro muy buen trabajo tras las cámaras de Ben Affleck, que deja de ser una inesperada sorpresa y confirma su potencial, por lo que sus futuros filmes van a ser, al menos para mí, igual o incluso más esperados que éste.