Hace unos días, durante la cabalgata de Reyes Magos aquí en Huelva (mi ciudad, por si algún despistado no se había dado cuenta aún) me quedé muy sorprendido cuando los amigos con los que asistí al evento me comentaban la historia del Rey Baltasar de este año, que yo no conocía, y que me alegró mucho, porque es una historia que me encanta, y que me hace sentir orgulloso como onubense.
Mustafá Gadiaga es un joven senegalés de 17 años que pasea por las calles el centro de la ciudad vendiendo pulseras y abalorios (un negro de esos que, muchas veces, y quizá sin quererlo, ofendemos de manera indirecta sin siquiera mirarlos porque nos sentimos importunados mientras nos tomamos una cervecita, algo que no por ser algo ya habitual me hace sentirme particularmente orgulloso). Pues este año este chico, que llegó a España en patera con apenas 13 años (recomiendo que leáis este artículo en La Razón, donde además cuenta cómo murieron más de 10 de sus compañeros), y que ya ha recorrido el país de Barcelona a Huelva buscándose la vida y el pan de cada día, este año ha sido elegido para coronarse como Rey Baltasar. Una iniciativa que me ha devuelto un poco la esperanza en mi ciudad, a la que considero muy racista (le duela a quien le duela), y que me ha demostrado que, como siempre, las generalizaciones engañan.
Este año estoy especialemente orgulloso al ver que no se ha elegido a un empresario, o a un futbolista con paso efímero por el Recreativo, y por fin se ha elegido a alguien a quien se puede, y debemos, considerar onubense, como tantos otros de sus compatriotas, y como a todo aquél que habla tan bien de Huelva (os remito al artículo que mencionaba anteriormente), y con esa sonrisa.
Atentos a la cara de Mustafá con los niños, a su ilusión (tanto en la foto como en el día de Reyes, tirando caramelos), y a cómo nos explica como lo "engañaron" para hacer realidad este cuento de navidad tan bonito.
Por si fuera poco esta genial historia de integración se complementa con cuatro pajes de este año, nombrados por Francisco Sanz, el Gaspar de este año y director de la prisión provincial, que fue acompañado por cuatro de los presos, que este año pudieron disfrutar de la fiesta de reyes.
Magníficas ideas, esperemos que precursoras para años venideros.
Mustafá Gadiaga es un joven senegalés de 17 años que pasea por las calles el centro de la ciudad vendiendo pulseras y abalorios (un negro de esos que, muchas veces, y quizá sin quererlo, ofendemos de manera indirecta sin siquiera mirarlos porque nos sentimos importunados mientras nos tomamos una cervecita, algo que no por ser algo ya habitual me hace sentirme particularmente orgulloso). Pues este año este chico, que llegó a España en patera con apenas 13 años (recomiendo que leáis este artículo en La Razón, donde además cuenta cómo murieron más de 10 de sus compañeros), y que ya ha recorrido el país de Barcelona a Huelva buscándose la vida y el pan de cada día, este año ha sido elegido para coronarse como Rey Baltasar. Una iniciativa que me ha devuelto un poco la esperanza en mi ciudad, a la que considero muy racista (le duela a quien le duela), y que me ha demostrado que, como siempre, las generalizaciones engañan.
Este año estoy especialemente orgulloso al ver que no se ha elegido a un empresario, o a un futbolista con paso efímero por el Recreativo, y por fin se ha elegido a alguien a quien se puede, y debemos, considerar onubense, como tantos otros de sus compatriotas, y como a todo aquél que habla tan bien de Huelva (os remito al artículo que mencionaba anteriormente), y con esa sonrisa.
Atentos a la cara de Mustafá con los niños, a su ilusión (tanto en la foto como en el día de Reyes, tirando caramelos), y a cómo nos explica como lo "engañaron" para hacer realidad este cuento de navidad tan bonito.
"Me siento como en mi casa y estoy muy orgulloso, aunque al principio me engañaron con lo de ser Rey Mago. Me dijeron que querían comprar unas pulseras, pero era que el alcalde, Pedro Rodríguez, iba a nombrarme Baltasar".
Por si fuera poco esta genial historia de integración se complementa con cuatro pajes de este año, nombrados por Francisco Sanz, el Gaspar de este año y director de la prisión provincial, que fue acompañado por cuatro de los presos, que este año pudieron disfrutar de la fiesta de reyes.
Magníficas ideas, esperemos que precursoras para años venideros.
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