08 mayo 2013

El Vecino 1 a 3

Guión: Santiago García
Dibujo: Pepo Pérez
Astiberri;  64 páginas (#1), 74 (#2) y 144 (#3); 14, 17 y 16€ respectivamente

José Ramón se ha mudado a la ciudad para poder estudiar tranquilo sus oposiciones. Un día, en el piso de al lado empieza a escuchar extraños ruidos, y alertado se dirige hacia allí para ver si su vecino puede estar en problemas... ¡Para descubrir en el sofá a Titán, el famoso superhéroe!


Santiago García nos presenta en El Vecino una comedia superheroica costumbrista, en la que Javier, Titán, no sólo tiene que lidiar con la Legión Invisible o el Doktor Pulpo, sino también contra las facturas, contra el día a día, y sobre todo, contra sus propios fantasmas. Gran conocedor y amante de Spider-Man (llevamos años viendo su nombre como traductor de los títulos arácnidos), nos presenta aquí a un personaje que nos recuerda mucho a su alter ego Peter Parker, una especie de trasunto al que nadie le dijo aquello de "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad", un personaje que a pesar de ejercer como héroe, no duda en aprovecharse de las píldoras que le otorgan sus poderes para otros fines menos éticos. Un héroe muy humano, y por ello lleno de contradicciones, para el que no existe la famosa "mala suerte Parker", sino un cúmulo de malas decisiones que va tomando en su vida. Javier, a pesar de ser un mito como Titán, cuando llega a casa es una persona más, no es el ideal humano espejo del superhéroe prototípico encarnado en Superman, simplemente otra persona normal y corriente con su visión particular de la vida, la ética y la moral alejadas de absurdas idealizaciones mitológicas que le conviertan en ejemplo perfecto de la deidad en la Tierra... Es egoísta, es mujeriego, tiene un trabajo que no le gusta, un sueño que nunca podrá cumplir, y está enamorado de una compañera que parece no hacerle caso. Es como podría ser cualquiera de nosotros, cuando nos dejamos arrastrar por el día a día mientras pasa nuestra vida, por lo que no pueden faltar los líos amorosos, la soledad, los amigos (y los enemigos), las fiestas y, en cierto momento, el agujero en el que conscientemente nos sumergimos cuando todo nos sale mal.

El dibujo de Pepo Pérez es magnífico para el tono de la historia, gracias a su caracterización simple pero muy efectiva, casi caricaturesca, que junto a su trazo descuidado se adapta a la perfección a lo que pide el cómic, ya sea en su vertiente más cómica como en la más dramática. Sin embargo, con el cambio al blanco y negro del tercer tomo (exceptuando el color para el traje de Titán), aunque sigue igual de efectivo para lo que pide la historia, sus dibujos quedan "desnudos" sin ese estupendo color que mejoraba su lápiz, y que complementaba el tono de los dos números anteriores (predominantemente más cálidos y luminosos en el primero, más fríos y oscuros en el segundo). También la narración se resiente por el formato escogido de presentación de las viñetas, de 3x3 estricto, lo que no deja lugar a las sorpresas al encarar la página, sin experimentos, sin discontinuidad en cómo se desarrolla la historia... Y sin sus bellas imágenes de la ciudad, sin fondos, más directas y centradas en los diálogos de los personajes, pero así también, en parte sin alma, en parte sin chispa.

Por suerte, la trama sigue siendo igual de interesante que al principio, y es que ver a un "héroe" que no es perfecto y escogiendo siempre la peor opción, es algo que llama nuestra atención inmediatamente. Si tras acapararla nos mantiene pegados al cómic con un slice of life superheroico tan bien como lo hace este genial equipo artístico, el viaje, pese a las pegas de formatos y la cadencia (tres tomos en 9 años), es lo que importa, más cuando el cómic empieza a crecer y se aumenta el elenco de personajes que se van agregando y las situaciones que desencadenan, metidos en sus propios líos, que complementan toda la vida de Javier, y como en el caso de Peter Parker, enriquecen la historia del personaje que da nombre a la colección

Valoración: *****

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