Dirección y guión: Oliver Stone
Género: Bélico
Duración: 120 minutos
Año: 1986
Intérpretes: Charlie Sheen (Chris), Tom Berenger (Barnes), Willem Dafoe (Elías), Forest Whitaker (Harold)
Chris es un novato, y acaba de llegar a Vietnam voluntario tras abandonar la universidad. Allí no tenía nada más que aprender... Aquí, si no aprende rápido las reglas de la guerra, perderá la vida.
Ninguna guerra es igual que otra, pero la de Vietnam era especialmente traicionera para las tropas estadounidenses: obligados a perder la vida en una selva idílica en la que tras cada árbol, tras cada rama, podía encontrarse la muerte de todo un pelotón.
En ella, como en cualquier otra, la inocencia era la primera baja. Después, la seguían la esperanza, la cordura, los remordimientos, y en ocasiones hasta el alma. Lo de menos es la vida, tanto en la selva como en los despachos de Washington: es el mínimo precio que han de pagar estas cobayas liberadas en medio de la selva, cuya mayor esperanza de sobrevivir es la de acabar tarados tras una emboscada, para poder volver a un país para el que sólo son cifras, un código seguido de un nombre que pasar de un folio a otro, si vuelven, o desaparecer para siempre en una montaña de papel.
Oliver Stone nos muestra la crudeza de la guerra cuando no duda en seguir con la cámara a estos hombres "libres", para llevarnos a ver de lo que son capaces de hacer con mucho odio, miedo, y un arma en la mano; en este experimento, la ética y los remordimientos han sido abandonados en muchos casos al otro lado del mundo: asesinatos a sangre fría, violento desraizamiento de todo un pueblo, violaciones de niños, e incluso traiciones a los propios compañeros; todo vale en esta jungla, donde vuelven a ser animales, sin conciencia que frene la irracionalidad de la violencia sin sentido, y sin responder ante nadie más que ante sus más bajos instintos.
Así, además de a los soldados, el director muestra a la perfección la traicionera invisibilidad de la selva vietnamita, y la suciedad del enfrentamiento, colocando la cámara tras los arbustos, o siguiendo la acción a ras de suelo. Una notable dirección cuya culminación es la magistral escena de Elías. Para recordar, como los millares de almas sin nombre que se perdieron, y las lágrimas que se derramaron.
Aún así, me esperaba bastante más de esta película, pero algunas escenas tópicas del guión no restan la intensidad de escenas como la del enfrentamiento del final, justo antes del bombardeo; en ese sentido, la dirección de Platoon está a un gran nivel, aunque, como digo, algunos aspectos del guión le restan parte de solidez.
Valoración: *****
Género: Bélico
Duración: 120 minutos
Año: 1986
Intérpretes: Charlie Sheen (Chris), Tom Berenger (Barnes), Willem Dafoe (Elías), Forest Whitaker (Harold)
Chris es un novato, y acaba de llegar a Vietnam voluntario tras abandonar la universidad. Allí no tenía nada más que aprender... Aquí, si no aprende rápido las reglas de la guerra, perderá la vida.
Ninguna guerra es igual que otra, pero la de Vietnam era especialmente traicionera para las tropas estadounidenses: obligados a perder la vida en una selva idílica en la que tras cada árbol, tras cada rama, podía encontrarse la muerte de todo un pelotón.
En ella, como en cualquier otra, la inocencia era la primera baja. Después, la seguían la esperanza, la cordura, los remordimientos, y en ocasiones hasta el alma. Lo de menos es la vida, tanto en la selva como en los despachos de Washington: es el mínimo precio que han de pagar estas cobayas liberadas en medio de la selva, cuya mayor esperanza de sobrevivir es la de acabar tarados tras una emboscada, para poder volver a un país para el que sólo son cifras, un código seguido de un nombre que pasar de un folio a otro, si vuelven, o desaparecer para siempre en una montaña de papel.
Oliver Stone nos muestra la crudeza de la guerra cuando no duda en seguir con la cámara a estos hombres "libres", para llevarnos a ver de lo que son capaces de hacer con mucho odio, miedo, y un arma en la mano; en este experimento, la ética y los remordimientos han sido abandonados en muchos casos al otro lado del mundo: asesinatos a sangre fría, violento desraizamiento de todo un pueblo, violaciones de niños, e incluso traiciones a los propios compañeros; todo vale en esta jungla, donde vuelven a ser animales, sin conciencia que frene la irracionalidad de la violencia sin sentido, y sin responder ante nadie más que ante sus más bajos instintos.
Así, además de a los soldados, el director muestra a la perfección la traicionera invisibilidad de la selva vietnamita, y la suciedad del enfrentamiento, colocando la cámara tras los arbustos, o siguiendo la acción a ras de suelo. Una notable dirección cuya culminación es la magistral escena de Elías. Para recordar, como los millares de almas sin nombre que se perdieron, y las lágrimas que se derramaron.
Aún así, me esperaba bastante más de esta película, pero algunas escenas tópicas del guión no restan la intensidad de escenas como la del enfrentamiento del final, justo antes del bombardeo; en ese sentido, la dirección de Platoon está a un gran nivel, aunque, como digo, algunos aspectos del guión le restan parte de solidez.
Valoración: *****
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