Generation M 1, 2, 3, 4 y 5 USA
Guión: Paul Jenkins
Dibujo: Ramón F. Bachs
Panini; 120 páginas, 8'5€
Guión: Paul Jenkins
Dibujo: Ramón F. Bachs
Panini; 120 páginas, 8'5€
La verdad, creo que sería una pena que, "asustados" por la Dinastía de M, haya quienes no se atrevan a darle una oportunidad a todo lo que de ella se está derivando. Como ya dije en mi reseña del crossover original, lo mejor del evento ha sido sin lugar a dudas su potencial, las numerosas posibilidades y caminos que abre a su final para los guionistas más avispados de Marvel, siempre que sean capaces de sacar de las tres palabras mágicas (puede que ya convertidas en un clásico moderno debido a su importancia (y sus parodias)) pronunciadas por Wanda toda su enjundia. De momento, no son pocos lo que lo están consiguiendo (David, Brubaker, Jenkins,...), y hasta ahora todo lo que cae en mis manos con el sello de Diezmados está siendo sinónimo de calidad, a pesar de sus muy discutibles precios y continentes.
Con esta Generación M, Paul Jenkins ha concebido un cómic muy humano, un drama de dimensiones épicas en muchos casos, y por ende también una historia con personas capaces de luchar contra la adversidad (de superación al fin y al cabo), de plantarles cara aún cuando ésta les ataca en su forma más cruel. No sólo retrata a la perfección la tragedia, y la respuesta humana a ésta, sino que además homenajea la fuerza de unas personas que, paradójicamente, creen haber perdido su poder.
Ha creado también un personaje increíblemente atractivo, Sally Floyd, que no puede escapar del drama (como cualquier humano, al fin y al cabo) y de la impotencia pese a no haber contado nunca con poderes mutantes. Mezcla del carácter ofensivo de Spider Jerusalem (pero sin su desbocado lenguaje), y del trágico pasado de Jessica Jones (con la que además comparte "cojones" y simpatía), quizá sea uno de los personajes femeninos más prometedores actualmente, y es que, como ya prometen desde el final del tomo de Panini, no será la última vez que la veamos...
Nuestro compatriota Ramón Bachs es el encargado de los lápices de la obra, y realiza una labor exquisita, si bien peca su dibujo en ocasiones de hacer "extraños" en la anatomía femenina, pero es algo que tan sólo se deja notar en un par de viñetas, por lo que ni siquiera alcanza a ensuciar lo más mínimo su excelente trabajo. Lo mejor de su dibujo es que, como un perfecto director de cine, sabe donde colocar la "cámara" en cada escena, cómo presentar de la mejor manera los hechos narrados. Magistral.
En definitiva, gracias a la excelente conjugación de estos dos talentos, un cómic muy, muy recomendable, y quizá la lectura más "humana" de toda la Dinastía de M hasta el momento. El equipo artístico se ha lucido y, tras una historia que en algunas ocasiones me ha recordado a El silencio de los corderos, una trama policíaca muy entretenida (demasiado típica, pero amena) a modo de hilo conductor, se encuentra un perfecto retrato crítico y reflexivo, mucho más de lo que se podía decir del blockbuster que era la serie central. Excelente.
Valoración: *****
El único aspecto negativo verdaderamente reseñable: que en una publicación española no aparezcan eñes, un verdadero expediente X... Vergonzoso.
Con esta Generación M, Paul Jenkins ha concebido un cómic muy humano, un drama de dimensiones épicas en muchos casos, y por ende también una historia con personas capaces de luchar contra la adversidad (de superación al fin y al cabo), de plantarles cara aún cuando ésta les ataca en su forma más cruel. No sólo retrata a la perfección la tragedia, y la respuesta humana a ésta, sino que además homenajea la fuerza de unas personas que, paradójicamente, creen haber perdido su poder.
Ha creado también un personaje increíblemente atractivo, Sally Floyd, que no puede escapar del drama (como cualquier humano, al fin y al cabo) y de la impotencia pese a no haber contado nunca con poderes mutantes. Mezcla del carácter ofensivo de Spider Jerusalem (pero sin su desbocado lenguaje), y del trágico pasado de Jessica Jones (con la que además comparte "cojones" y simpatía), quizá sea uno de los personajes femeninos más prometedores actualmente, y es que, como ya prometen desde el final del tomo de Panini, no será la última vez que la veamos...
Nuestro compatriota Ramón Bachs es el encargado de los lápices de la obra, y realiza una labor exquisita, si bien peca su dibujo en ocasiones de hacer "extraños" en la anatomía femenina, pero es algo que tan sólo se deja notar en un par de viñetas, por lo que ni siquiera alcanza a ensuciar lo más mínimo su excelente trabajo. Lo mejor de su dibujo es que, como un perfecto director de cine, sabe donde colocar la "cámara" en cada escena, cómo presentar de la mejor manera los hechos narrados. Magistral.
En definitiva, gracias a la excelente conjugación de estos dos talentos, un cómic muy, muy recomendable, y quizá la lectura más "humana" de toda la Dinastía de M hasta el momento. El equipo artístico se ha lucido y, tras una historia que en algunas ocasiones me ha recordado a El silencio de los corderos, una trama policíaca muy entretenida (demasiado típica, pero amena) a modo de hilo conductor, se encuentra un perfecto retrato crítico y reflexivo, mucho más de lo que se podía decir del blockbuster que era la serie central. Excelente.
Valoración: *****
El único aspecto negativo verdaderamente reseñable: que en una publicación española no aparezcan eñes, un verdadero expediente X... Vergonzoso.
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