Dibujo: Mike Wieringo, Pat Lee y Mike Deodato Jr.
Panini; 80 páginas, 3'9€
Panini; 80 páginas, 3'9€
Hacía mucho tiempo que no encontraba en la serie regular del trepamuros una historia tan buena. El regreso de Peter David puede ser lo mejor que le pase a Spidey, junto al buen hacer y a la planificación con la que Straczynski parace haberse planteado El Otro, planteamiento que David entiende a la perfección.
David hace un trabajo extraordinario, con tres historias que se complementan a la perfección y desarrollan de manera espectacular el problema al que debe de enfrentarse Peter, y el impacto que éste supone (lo que ya queda de manifiesto en el acertado título de cada uno de los cómics que componen el tomo). Desde la primera historia, en la que encontramos al Spidey despreocupado y graciosete de siempre (genial primer episodio, descacharrante desde el principio, desde la escena entre sombras, pasando por todos y cada uno de los chistes de Spidey, con un sentido del humor realmente acertado (y que al contrario que en otras colecciones, sí pegan con Spidey y no le hacen parecer retrasado)), pasando por la segunda de negación, problemas maritales incluidos (genial MJ), y con una tercera realmente impactante en el que la frustración hace mella en Peter, del que seguiremos desconociendo su enfermedad por el momento, pero que va a ser tan decisivo que promete cambiar por completo la vida de los Parker. Esperemos que los demás guionistas (bueno, no sé si meter a Hudlin en esta categoría) sepan llevar con la misma elegancia el resto de la saga, que puede ser una verdadera maravilla, o un fiasco de dimensiones épicas. Al menos este tomo es lo mejor del personaje que he leído desde que sigo la serie regular (tampoco hace mucho), y la gratificante sensación que me ha quedado tras la lectura ya es imborrable, pase lo que pase.
Al contrario que el guionista, el trabajo de los dibujantes es demasiado irregular, y va desde lo verdaderamente horroroso gracias a Pat Lee (¿qué mierda de Capitán América es ése?), pasando por lo mediocre de la mano de Wieringo (del que no me convence NADA de su estilo), hasta el especialemente inspirado este mes Deodato Jr., que la verdad borda tanto a Lobezno (al que dibuja como los dioses) como la escena de la ira desatada de Spidey, muy bien plasmada y (esta vez) bastante más acertada que en el resto de sus habituales viñetas, tan acostumbradas al estaticismo de este dibujante.
Aún así, y a esperas de que lleguen por fin a las colecciones arácnidas los dibujantes "de verdad" de la editorial, los que se merece el mejor personaje de Marvel, a pesar de los altibajos en el aspecto gráfico, éstos no restan ni un ápice de calidad al conjunto global de estos tres números, dando como resultado una historia tan interesante como el personaje, y que puedo dar lugar a una etapa para recordar dentro de la continuidad del personaje si no nos vemos obligados a volver a asistir a lo mismo de siempre (los reseteos o la "desaparición" de la continuidad de determinados acontecimientos) y se explota con inteligencia pero, sobre todo, con el respeto que Spidey se merece.
Valoración: 8/10.
David hace un trabajo extraordinario, con tres historias que se complementan a la perfección y desarrollan de manera espectacular el problema al que debe de enfrentarse Peter, y el impacto que éste supone (lo que ya queda de manifiesto en el acertado título de cada uno de los cómics que componen el tomo). Desde la primera historia, en la que encontramos al Spidey despreocupado y graciosete de siempre (genial primer episodio, descacharrante desde el principio, desde la escena entre sombras, pasando por todos y cada uno de los chistes de Spidey, con un sentido del humor realmente acertado (y que al contrario que en otras colecciones, sí pegan con Spidey y no le hacen parecer retrasado)), pasando por la segunda de negación, problemas maritales incluidos (genial MJ), y con una tercera realmente impactante en el que la frustración hace mella en Peter, del que seguiremos desconociendo su enfermedad por el momento, pero que va a ser tan decisivo que promete cambiar por completo la vida de los Parker. Esperemos que los demás guionistas (bueno, no sé si meter a Hudlin en esta categoría) sepan llevar con la misma elegancia el resto de la saga, que puede ser una verdadera maravilla, o un fiasco de dimensiones épicas. Al menos este tomo es lo mejor del personaje que he leído desde que sigo la serie regular (tampoco hace mucho), y la gratificante sensación que me ha quedado tras la lectura ya es imborrable, pase lo que pase.
Al contrario que el guionista, el trabajo de los dibujantes es demasiado irregular, y va desde lo verdaderamente horroroso gracias a Pat Lee (¿qué mierda de Capitán América es ése?), pasando por lo mediocre de la mano de Wieringo (del que no me convence NADA de su estilo), hasta el especialemente inspirado este mes Deodato Jr., que la verdad borda tanto a Lobezno (al que dibuja como los dioses) como la escena de la ira desatada de Spidey, muy bien plasmada y (esta vez) bastante más acertada que en el resto de sus habituales viñetas, tan acostumbradas al estaticismo de este dibujante.
Aún así, y a esperas de que lleguen por fin a las colecciones arácnidas los dibujantes "de verdad" de la editorial, los que se merece el mejor personaje de Marvel, a pesar de los altibajos en el aspecto gráfico, éstos no restan ni un ápice de calidad al conjunto global de estos tres números, dando como resultado una historia tan interesante como el personaje, y que puedo dar lugar a una etapa para recordar dentro de la continuidad del personaje si no nos vemos obligados a volver a asistir a lo mismo de siempre (los reseteos o la "desaparición" de la continuidad de determinados acontecimientos) y se explota con inteligencia pero, sobre todo, con el respeto que Spidey se merece.
Valoración: 8/10.
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