Rise of the planet of the apes
Dirección: Rupert Wyatt
Guión: Rick Jaffa y Amanda Silver
Género: Ciencia-ficción
Duración: 107 min
Año: 2011
Intérpretes: James Franco (Will), Freida Pinto (Caroline), Andy Serkis (César), John Lithgow (Charles), David Oyelowo (Jacobs)
Que a la industria del cine americano se le acabaron las ideas lo sabemos hace ya mucho. A las adaptaciones de todo tipo (libros, noticias, series de televisión o cómics) se sumaban las secuelas y los spin-off de cualquier película de éxito moderado. Ahora acaban de dar con una nueva tecla, que se disponen a exprimir todo lo que puedan: las precuelas, entre las que encontramos esta El Origen del Planeta de los Simios, La Cosa (ni siquiera le han cambiado el título) y, en principio, Prometheus (que iba a ser una precuela de la saga Alien, pero al final parece que se ha desmarcado para crear una nueva película de ciencia ficción, o no, o sí, aún no lo tengo del todo claro). Son historias del todo innecesarias que, sin embargo, muchos fans agradecen por ver de nuevo en pantalla sus sagas preferidas, y si se desvela algún misterio clave o se desarrolla la interesante mitología deestos clásicos, mejor.
El Planeta de los Simios original aún no ha sido superada a pesar de los múltiples (y desastrosos) intentos: las secuelas, las series de televisión, el remake de Tim Burton... Y ahora esta especie de reboot con el que pretenden dar inicio a una nueva saga. Así como las demás antes que ella, El Origen del Planeta de los Simios es una película totalmente innecesaria, ya que la original es perfecta tal como es, un relato de ciencia-ficción que acaba, a mi entender, como éstos deben de hacerlo. Y no es necesaria una explicación de cómo empezó todo ni qué pasará después (¿alguien necesitaba 2010: Odisea 2?).
A pesar de ello, la película deja un buen sabor de boca. Toma como punto de partida la experimentación para la cura del Alzhéimer en simios con un virus sintético, que a Ojos Claros, una chimpancé sin daño cerebral, da una mayor inteligencia, y que ella deja como herencia genética a su descendencia, César. Este simio será adoptado por Will, el científico encargado del experimento, que descubrirá las increíbles capacidades que empieza a desarrollar desde muy temprano César. A partir de entonces, veremos cómo el simio crece y evolucionan sus capacidades cognitivas e intelectuales, a la vez que Will empieza a experimentar con humanos.
Lo mejor de la película empezará cuando tengan que llevarse a César: sin duda alguna, los mejores momentos son en los que le vemos hacer frente a su nueva situación usando sus extraordinarias capacidades, cómo empieza a hacerse fuerte ante un entorno adverso, y cómo renunciará a su anterior vida para aceptar su lugar entre los suyos y acabar liderándolos. Todo esto con un muy buen ritmo, la película entretiene desde el primer momento, siendo gran parte de su acierto el gran carisma del protagonista, César, un chimpancé que causa más empatía que el resto de los protagonistas, totalmente secundarios, y de hecho no me extrañan las alabanzas y las múltiples nominaciones que reconocen no sólo el trabajo de efectos especiales, también el del genial Andy Serkis dando vida al mono.
No da nada más: una buena historia de sublevación que, como en toda buena historia de ciencia-ficción, dará lugar a un gran apocalipsis de la raza humana, creado por los propios humanos.
Valoración: *****
Dirección: Rupert Wyatt
Guión: Rick Jaffa y Amanda Silver
Género: Ciencia-ficción
Duración: 107 min
Año: 2011
Intérpretes: James Franco (Will), Freida Pinto (Caroline), Andy Serkis (César), John Lithgow (Charles), David Oyelowo (Jacobs)
Que a la industria del cine americano se le acabaron las ideas lo sabemos hace ya mucho. A las adaptaciones de todo tipo (libros, noticias, series de televisión o cómics) se sumaban las secuelas y los spin-off de cualquier película de éxito moderado. Ahora acaban de dar con una nueva tecla, que se disponen a exprimir todo lo que puedan: las precuelas, entre las que encontramos esta El Origen del Planeta de los Simios, La Cosa (ni siquiera le han cambiado el título) y, en principio, Prometheus (que iba a ser una precuela de la saga Alien, pero al final parece que se ha desmarcado para crear una nueva película de ciencia ficción, o no, o sí, aún no lo tengo del todo claro). Son historias del todo innecesarias que, sin embargo, muchos fans agradecen por ver de nuevo en pantalla sus sagas preferidas, y si se desvela algún misterio clave o se desarrolla la interesante mitología deestos clásicos, mejor.
El Planeta de los Simios original aún no ha sido superada a pesar de los múltiples (y desastrosos) intentos: las secuelas, las series de televisión, el remake de Tim Burton... Y ahora esta especie de reboot con el que pretenden dar inicio a una nueva saga. Así como las demás antes que ella, El Origen del Planeta de los Simios es una película totalmente innecesaria, ya que la original es perfecta tal como es, un relato de ciencia-ficción que acaba, a mi entender, como éstos deben de hacerlo. Y no es necesaria una explicación de cómo empezó todo ni qué pasará después (¿alguien necesitaba 2010: Odisea 2?).
A pesar de ello, la película deja un buen sabor de boca. Toma como punto de partida la experimentación para la cura del Alzhéimer en simios con un virus sintético, que a Ojos Claros, una chimpancé sin daño cerebral, da una mayor inteligencia, y que ella deja como herencia genética a su descendencia, César. Este simio será adoptado por Will, el científico encargado del experimento, que descubrirá las increíbles capacidades que empieza a desarrollar desde muy temprano César. A partir de entonces, veremos cómo el simio crece y evolucionan sus capacidades cognitivas e intelectuales, a la vez que Will empieza a experimentar con humanos.
Lo mejor de la película empezará cuando tengan que llevarse a César: sin duda alguna, los mejores momentos son en los que le vemos hacer frente a su nueva situación usando sus extraordinarias capacidades, cómo empieza a hacerse fuerte ante un entorno adverso, y cómo renunciará a su anterior vida para aceptar su lugar entre los suyos y acabar liderándolos. Todo esto con un muy buen ritmo, la película entretiene desde el primer momento, siendo gran parte de su acierto el gran carisma del protagonista, César, un chimpancé que causa más empatía que el resto de los protagonistas, totalmente secundarios, y de hecho no me extrañan las alabanzas y las múltiples nominaciones que reconocen no sólo el trabajo de efectos especiales, también el del genial Andy Serkis dando vida al mono.
No da nada más: una buena historia de sublevación que, como en toda buena historia de ciencia-ficción, dará lugar a un gran apocalipsis de la raza humana, creado por los propios humanos.
Valoración: *****
No hay comentarios:
Publicar un comentario