No se puede decir que los guiones de Millar sean aburridos, o que en sus historias no sucedan cosas, pero no entraré a comentarlas en detalle para no estropear sorpresas. Tan sólo destacar los dos acontecimientos más importantes de estos dos números americanos: el juicio contra Banner, que acabará siendo defendido por el abogado ciego Matt Murdock, y el descubrimiento del origen de Thor, absolutamente impredecible, manteniéndonos de momento en suspense (sin saber si confiar en el Dios Nórdico o en su hermano, que se presenta en este número), y que además viene acompañado de la presentación de la plana al completo de los supersoldados europeos, incluyendo al Capitán España.
Aunque siempre espectaculares y, como decía justo aquí arriba, impredecibles, los guiones de Millar me parecen en demasía sobrevalorados, ya que consigue una serie divertida y atractiva, y cuyo mayor valor a mi gusto son sus increíbles personajes (y el humor con el que no deja de impregnar ningún número de la colección, destacando sobre todo las frases que pone en boca de Jarvis, simplemente antológicas), pero creo que, de momento, aún no he llegado a descubrir la genialidad que proclaman algunos, ni la panacea de los superhéroes que esta cabecera es para otros. Una muy buena colección de supers, sí; revolucionaria y rompedora, sobre todo gracias a la nueva imagen que le ha dado a los Vengadores (ésto SÍ se merece el apelativo de definitivo), también, pero aún por construirse, a mi parecer, el glorioso calificativo de genialidad: quizá si lo merezca el hecho de que el equipo creativo de esta serie esté creando la mejor película posible basada en el Universo Marvel.
Cambiando de tercio por completo; Hitch es una apuesta segura, un talentoso artista de los que de verdad se merecen el tan de moda calificativo de dibujante hot, y el espectacular acabado de todas y cada una de sus páginas bien podrían levantar el nivel de cualquier serie aunque, supongo que por "acostumbrarme" a él, empiezan a resaltar sus, más que carencias, pequeños fallos: el estaticismo de sus dibujos es el principal (que sin embargo no eclipsa el magistral ritmo con el que plasma los guiones del escocés) pero, sobre todo, la sensación de haber visto una misma pose cientos de veces, como pasa aquí cuando vemos al final al Capi hablando con Thor. Tan sólo es algo anecdótico, pero que no deja de resultarme curioso sobre todo al recordar que es algo que también me suele llamar la atención con otro dibujante de acabado fotorrealista, Greg Land, al que paradójicamente también vemos junto a Millar estos meses en Ultimate Fantastic Four. Aún así, muchas ganas tengo de ver cómo se desenvuelve en el próximo número, en el enfrentamiento apoteósico que se intuye por la portada...
Como decía, que el equipo de esta serie ha conseguido convertirla en impredecible, que siempre deja con ganas de más tras la lectura de cada número, plagado a rebosar de estupendos detalles pero, sobre todo, de sorpresas. Y es que sus carismáticos y singulares personajes son, a falta de un mejor calificativo, sorprendentes. Muy sorprendentes...
Valoración: *****
Aunque siempre espectaculares y, como decía justo aquí arriba, impredecibles, los guiones de Millar me parecen en demasía sobrevalorados, ya que consigue una serie divertida y atractiva, y cuyo mayor valor a mi gusto son sus increíbles personajes (y el humor con el que no deja de impregnar ningún número de la colección, destacando sobre todo las frases que pone en boca de Jarvis, simplemente antológicas), pero creo que, de momento, aún no he llegado a descubrir la genialidad que proclaman algunos, ni la panacea de los superhéroes que esta cabecera es para otros. Una muy buena colección de supers, sí; revolucionaria y rompedora, sobre todo gracias a la nueva imagen que le ha dado a los Vengadores (ésto SÍ se merece el apelativo de definitivo), también, pero aún por construirse, a mi parecer, el glorioso calificativo de genialidad: quizá si lo merezca el hecho de que el equipo creativo de esta serie esté creando la mejor película posible basada en el Universo Marvel.
Cambiando de tercio por completo; Hitch es una apuesta segura, un talentoso artista de los que de verdad se merecen el tan de moda calificativo de dibujante hot, y el espectacular acabado de todas y cada una de sus páginas bien podrían levantar el nivel de cualquier serie aunque, supongo que por "acostumbrarme" a él, empiezan a resaltar sus, más que carencias, pequeños fallos: el estaticismo de sus dibujos es el principal (que sin embargo no eclipsa el magistral ritmo con el que plasma los guiones del escocés) pero, sobre todo, la sensación de haber visto una misma pose cientos de veces, como pasa aquí cuando vemos al final al Capi hablando con Thor. Tan sólo es algo anecdótico, pero que no deja de resultarme curioso sobre todo al recordar que es algo que también me suele llamar la atención con otro dibujante de acabado fotorrealista, Greg Land, al que paradójicamente también vemos junto a Millar estos meses en Ultimate Fantastic Four. Aún así, muchas ganas tengo de ver cómo se desenvuelve en el próximo número, en el enfrentamiento apoteósico que se intuye por la portada...
Como decía, que el equipo de esta serie ha conseguido convertirla en impredecible, que siempre deja con ganas de más tras la lectura de cada número, plagado a rebosar de estupendos detalles pero, sobre todo, de sorpresas. Y es que sus carismáticos y singulares personajes son, a falta de un mejor calificativo, sorprendentes. Muy sorprendentes...
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