Guión: David Hine
Dibujo: Roy Allan Martínez
Panini; 144 páginas, 9€
Dibujo: Roy Allan Martínez
Panini; 144 páginas, 9€
Él sólo quería un mundo en mejor, en el que los mutantes ocuparan el lugar que la humanidad, por miedo y desprecio, les había negado. Le dió lo que siempre había querido a su padre, todo un reino que gobernar; a todos los mutantes, un mundo que no les temiera y les odiara; incluso devolvió a otros los familiares perdidos. Pero su ambicioso plan, que tan sólo tenía el propósito de hacer un mundo mejor en el que su hermana no tuviera que expiar las consecuencias de su desatada locura, acabó en tragedia con tres míseras palabras, que han cambiado el mundo para siempre. Ahora ha perdido todo lo que quería, y es odiado y perseguido. Pietro es un hombre maldito, que una vez más, sólo busca enmendar sus errores; aunque siempre, por desgracia, escoja el camino equivocado.
Desde Vengadores: Desunidos, Bendis parecía dispuesto a remover todo el universo mutante, pero sobre todo a hacer sufrir a los hijos de Magneto: en aquella infructuosa saga convirtió a una de las Vengadoras más emblemáticas y queridas en una desquiciada psicópata capaz de destruir desde el interior a los Héroes más Poderosos de La Tierra, la única familia a la que de verdad importaba; ahora, y después de su papel en la Dinastía de M, ha llevado al hermano de aquella, Pietro, hasta el infierno del Universo Marvel, en el que muchos son los que quieren rendir cuentas con él.
David Hine se encarga de recoger sus restos para ponerle de nuevo en juego, y dotarle de un nuevo estatus en el mundo que ha contribuido a deshacer; ha cogido a un ambiguo personaje, para definitivamente asentarlo en uno de los dos extremos con los que parecía coquetear tan a menudo. Le ha vuelto a reunir con los Inhumanos, para hacer que se rompa un silencio que nunca debería haberse visto alterado, y más en las condiciones que propicia un decadente Mercurio. Ha viajado al futuro y vuelto de él, para descubrir su destino.
Con un apartado gráfico irregular a cargo de Roy Allan Martínez, aunque en general muy acertado y bien complementado por el excelente coloreado de Pantazis, el tomo (que leyéndolo no creo que con la edición de Panini vaya a soportar más de un par de relecturas...) es una lectura de la que no cabe esperar demasiado, si acaso las consecuencias de su final, y que no es más que una larga excusa para redefinir al personaje, y para esbozar un par de buenas ideas de cara al futuro. Por ello, quizá este tomo no sea tan satisfactorio como otros derivados del gran evento del momento, Diezmados, pero que aún así cumple se sobra con su cometido, que quizá naufrague entre todo lo que ahora mismo se está publicando bajo el mismo sello, pero que aún así hay que tener en cuenta de cara a sus consecuencias (y para los completistas arácnidos, ya que vemos cómo le ha sentado a Spidey el recordar todo lo ocurrido en la realidad alternativa creada por Wanda, a falta de ser explorado en sus colecciones regulares). Si ninguna de las dos cosas te interesa especialmente... Hay cosas mejores este mes.
Valoración: *****
1 comentario:
Veo que si, que en general estamos bastante de acuerdo con la valoración del tomo ;)
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