Time (Shi gan)

Dirección y guión: Kim Ki-duk.
Género: Drama.
Duración: 98 min.
Intérpretes: Ha Jung-woo (Ji-woo), Park Ji-yun (Seh-hee), Sung Hyun-ah (See-hee), Kim Sung-min (Doctor)

Seh-hee y Ji-woo llevan dos años saliendo juntos. Ella, celosa de que mire a otra chicas, cree que el tiempo ha hecho que Ji-woo deje de quererla, y por ello decide abandonarle y someterse a una operación de cirugía estética, para volver como una persona nueva, y que se vuelva a enamorar de ella. Ahora sólo podrá luchar en el corazón de Ji-woo contra ella misma, y es que, a pesar del tiempo, él no ha podido olvidarla.

Desde que hace ya un par de años tuviera el gusto de disfrutar de la magistral Hierro 3, decidí que no podía perder de vista a este director surcoreano, y buceé por internet buscando más filmes suyos, y no tardé en encontrarlos. Fui sorprendido gratamente entonces tanto con Samaritan Girl, como con Primavera, verano, otoño, invierno y... Primavera ya que ambas, aunque por debajo de la primera, supusieron uno de esos pequeños grandes descubrimientos que me han hecho seguir a Kim Ki-Duk hasta la película que hoy reseño, Time. Quizá el listón estaba demasiado alto con esa obra maestra que es Hierro 3 pero, aún no cumpliendo mis expectativas, tenemos delante una película muy recomendable.

Las relaciones personales vuelven a ser el tema a tratar por el director, aunque el verdadero protagonista de la película es, como su título indica, el tiempo. Es la cotidaneidad, la monotonía que discurre paralela a este elemento el enemigo que intenta afrontar Seh-hee. Ki-duk nos muestra una y otra vez de manera magistral dicha cotidaneidad con una dirección cíclica, en el que se vuelven a repetir planos, escenarios, secuencias, e incluso errores. Pero también va un poco más allá, y se cuestiona sobre la verdadera funcionalidad de las soluciones" estéticas", las de la carcasa, de esas soluciones triviales a las que muchas veces recurrimos cuando nos falla la voluntad, las fuerzas para luchar contra los problemas a los que nos vemos incapaces de enfrentar, y en vez de ello huimos, los dejamos atrás, para volver más poderosos que antes para hacernos daño.

A pesar de esta interesante propuesta, la película pierde fuelle por un motivo fundamental: la lentitud del film. Si bien sirve para reforzar el tema central de film, no ayuda para nada al volverse, cómo no, monótona, sobre todo en la sobrante media hora final, que se podía haber ahorrado tanto por dicho motivo que comento como por quererse rizar el rizo, lo que no hace más que crear una confusión (incluida la fallida "paradoja" del final) que no ayuda más que a hacer decaer el interés del espectador (y encima el director no falta a su cita, y tenemos otra muerte tonta en una de sus películas, de nuevo abrupta e innecesaria).
Aún así, cabe destacar tanto el excepcional gusto de Ki-Duk a la hora de elegir sus escenarios, sus actores, y los diálogos, como algunas de esas escenas que no se olvidan. Al menos, hasta que el tiempo lo decida.

Valoración: *****