Lobezno: Enemigo del Estado

Lobezno 1-3 (Wolverine Vol. 3 20-25)

Guión: Mark Millar
Dibujo: John Romita Jr.
Panini; 48 páginas (más portadas alternativas), 2'9€

Comienza una nueva etapa en la colección del famoso mutante, con renumeración incluida, y no lo podía hacer de mejor manera, con uno de los arcos argumentales más potentes y más adecuados para el personaje, aprovechando al máximo todo su potencial "animal", su lado más salvaje. Un equipo de lujo, personajes invitados y un argumento espectacular en el que veremos a Lobezno convertido en la peligrosa arma de matar que es, y encima a pleno rendimiento. Nada ni nadie parece poder detenerlo, y pocos serán capaces de salir con vida tras su cruce con él: Logan desatará el pánico tanto en la comunidad superheroica como en la civil.

El guionista recupera un argumento ideado por Claremont, pero que no pudo (o más bien no le dejaron) desarrollar en su momento, en el que encontramos al Lobezno más peligroso y letal, y que controlado por La Mano se ha convertido en un implacable asesino al que deberían temerle incluso los más poderosos superhéroes contra los que arremeterá para cumplir con éxito la misión para la que ha sido "reprogramado": aniquilar a algunos de los más importantes superhéroes, como Los 4 Fantásticos o los X-Men, para que dicha organización criminal pueda resucitarlos de su bando.

Millar es inagotable, y sigue realizando una historia espectacular tras otra. Da igual que sea a cargo de los personajes más populares (y comerciales) de la Casa de las Ideas, o de propio cuño; que traicione la continuidad, que "revitalice" argumentos y tramas o que cree nuevas: todo vale para tener al espectador enganchado a la historia. Y pocas veces no logra su objetivo. Sus guiones son un derroche de originalidad y de espectacularidad: una montaña rusa en la que el espectador no tendrá ni un segundo de descanso. Tras cada viñeta, tras cada página, encontramos una situación increíble, un diálogo hilarante o una imaginativa y sorprendente solución, una vuelta de tuerca a la historia.

La valoración global de Enemigo del Estado no podía ser más positiva: el guionista ha realizado un trabajo excelente, poniendo en jaque a todo el Universo Marvel, convirtiendo a Lobezno en un cazador imparable e insuflando a la historia un dinamismo increíble (tan pronto estamos en el fondo del mar como en el Edificio Baxter; en un un portaaviones como en un cementerio; en medio de una apacible conversación entre mutantes como en el centro de una encarnizada batalla o una violenta persecución por el bosque...); del dibujante... Qué decir de John Romita Jr. que no se sepa ya de él, y más si sois fieles seguidores arácnidos. Poco se le puede criticar de su trabajo en esta colección, excepto algunas caracterizaciones o diseños de personajes bastante desafortunados o algunas caras, por decirlo de alguna manera, extrañas. En todo caso, tan sólo pequeños e intrascendentes fallos que no ensombrecen ni lo más mínimo el resultado final conseguido gracias a sus enormes virtudes (que son muchas), entre las que siempre me gusta destacar el dinamismo que imprime a sus personajes y su acertado sentido a la hora de situar a los personajes, a los que siempre sabe presentar en la postura más idónea y que más encaja con ellos. Eso sin mencionar su excelente diseño de Lobezno (que luce más peligroso que nunca, acechando a sus presas desde las sombras) y de una atlética y bella Elektra (que aunque no me llega a convencer del todo por su extrema delgadez, no se puede negar que tiene un aspecto impresionante, de lo más atractivo a pesar de lo débil que pueda parecer a simple vista). Pero sobre todo, lo que me encanta de JRJr. es su narración: Directa y limpia, cobra especial importancia en las batallas, increíblemente ágiles y fluidas, y a las que suele inyectar ese pequeño toque cinematográfico que me encanta (ayudado también por los guiones de Millar: la escena en la que SHIELD se encuentra investigando la catedral en la que el mutante ha llevado a cabo una selectiva matanza bien podría pertenecer a cualquiera de los muchos thrillers policíacos que se ven en la pantalla grande): sólo hay que contemplar el multitudinario enfrentamiento entre Elektra y los ninjas de La Mano, o entre éstos y Lobezno al comienzo del primer número.

Y es que ambos, tanto guionista como dibujante, han sabido imprimirle un ritmo que no llega a decaer en ningún momento (llegando incluso a ser superado en el segundo número de Panini, realmente espectacular y rápido, en el que se nos lleva de una sorpresa a otra), algo que, sinceramente, no suele verse demasiado a menudo (tan sólo hay que ver la etapa del mismo guionista en MK: Spider-Man, con innumerables altibajos, llegando a realizar incluso algunos números bastante mediocres y llenos de situaciones realmente estúpidas), ya que tanto Millar como Romita llevan a cabo un trabajo espectacular, complementándose a la perfección, lo que hace que el cómic que tenemos entre manos gane muchísimos enteros gracias a esta perfecta conjunción. Es el resultado de sumar a un guión impactante un dibujo excepcional: que sale algo tan espectacular y divertido como Enemigo del Estado, un arco que se está convirtiendo en imprescindible para entender la situación actual del personaje, y en una trama increíblemente adictiva que no le viene nada mal al personaje y que le da una patada importante a la moda del decompressive storytelling.
Y mención especial merecen los cliffhangers de final de número, para lo que realmente está ayudando y mucho la edición doble de Panini, ya que suelen encontrarse en los segundos números americanos. Un gran acierto.

Valoración: 8/10.