
De todas maneras, a los amantes del buen fútbol (y, por ende, de este mago del balón), poco debe de importarnos este último arranque violento de Zidane (de esos que a veces, muy pocas, pero a veces, suele tener), o por lo menos, la historia de este grandísimo deporte seguro olvidará o, como mínimo, la sepultará entre tantos mágicos momentos.
No creo que esta última pérdida del control se pueda igualar a los momentos que, acariciando el balón, Zidane nos ha hecho creer que las maravillas que él realizaba con el balón eran fáciles, haciéndonos recordar, como si regresáramos a nuestra niñez, por qué amamos el fútbol.
1 comentario:
Enjoyed a lot!
» »
Publicar un comentario